La escultura en bronce que representa al Sumiciu, está compuesta por un pequeño duende que escapa corriendo con la llave en la mano, de nuestra mesilla de noche, donde encerró nuestros recuerdos.
Aunque aquí se presenta en la antojana de una casa de arquitectura rural asturiana del pueblo de Viesca del siglo XIX, su ubicación definitiva se encontrará dentro de una habitación de esta casa habilitada al efecto.
Es una escultura de pequeñas dimensiones, unos setenta cm. de altura.
Compondrá este lugar mágico una habitación con cama , escultura y atril con el libro que nos explique este mito. Aquí el libro, al igual que en el Museo Etnográfico, puede ser real.
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