sábado, 8 de diciembre de 2007

A LA TONÁ.


La Toná va más allá de la canción. Hoy tratamos de llevar La Toná a los santuarios de la música, con la sana intención de reconocer sus valores, de darle nuevos vientos, de propiciar interesantes fusiones, en si es bueno y la labor de todas esas personas empeñadas en esta labor, artistas y musicólogos, es encomiable; pero a la vez no debemos olvidar el cante en su verdadero contexto, ya que los avances son más fuertes e interesantes si profundizan en sus raices. La Toná, su lugar de desarrollo natural es en el chigre donde la tertulia del grupo de amigos, regada con el culín de sidra, desembocaba en el cante entre amigos, ese era el verdadero espíritu de La Toná con una base social real.
Este grupo escultórico quiere rememorar ese sentimiento donde el grupo de amigos cantan unidos mientras despachan un culín de sidra. En el, Juanín de Mieres "el Almirante", uno de los máximos exponentes de La Tona, brillante el diente de oro canta mientras el anónimo amigo le hace el soniquete al tiempo que otra persona escancia la sidra que une ese momento de encanto.
Existe una reproducción en bronce de gran formato,2,50m. de altura, colocada en una rotonda en la Calle Ángel Caunedo en Oviedo, con el nombre de "Monumento a la Toná"

No hay comentarios: